BELLOTA

Otra de las riquezas naturales de Alcuéscar fue - y es - la bellota. El fruto de la encina y del alcornoque, en general de todos los árboles de la familia del roble. Durante muchos siglos nuestras dehesas han cebado grandes piaras de cerdos con el mejor de los alimentos que el cerdo, especialmente el ibérico, puede comer. Si Alcuéscar hubiera desarrollado la industria cárnica a partir del cerdo ibérico seguramente hoy sería uno de los centros productores de renombre e importancia reconocida. No sólo la calidad de la bellota es excelente sino que además su distribución obliga al cerdo a andar para comer, lo que produce un animal con menos grasa y mayor calidad en el magro.

De la bellota se hace también piensos y harinas. Incluso se comercializa un licor de bellota. A veces es dulce y de sabor agradable. En épocas de penuria, por ejemplo en los primeros años de la posguerra, ha quitado el hambre a más de uno.