Distinguido lector :

Seguramente no soy la persona idónea para escribir la historia de mi pueblo. Sólo el amor que siento por él me hace emprender una empresa de tal envergadura y que requiere una preparación intelectual que no poseo, ya que no he tenido más escuela que la experiencia y la observación de la Naturaleza.

Me he puesto a ello, no obstante, porque aunque han sido varias las personas que en este siglo se han interesado por la historia de Alcuéscar, unos por un motivo otros por otro, nadie ha concluido su labor, por lo que estamos llegando al siglo XXI sin que exista un texto que reúna los datos que todavía es posible conocer.

Entre todos los que antes que yo y con más mérito han intentado recopilar una historia de Alcuéscar debo mencionar a D. Leocadio Galán, que fue cura párroco del pueblo y que proyectó una obra que había de titularse Alcuéscar, ésta es tu historia. Finalmente el libro quedó inconcluso, sólo existen unos interesantísimos apuntes mecanografiados fechados en 1947, escritos en cuartillas a una sola cara que recogen datos de gran valor histórico, aunque muchas veces inconexos, y principalmente relacionados con la iglesia. Desconozco los motivos por los que D. Leocadio, que siempre tuvo tanto interés en el pueblo, abandonó el proyecto.

No es sencillo rastrear la historia de Alcuéscar. Desde la guerra de la Independencia hasta nuestros días no han faltado saqueadores y desaprensivos que han dejado nuestros archivos sin apenas información. Los franceses los quemaron cuando ocuparon el pueblo en la guerra de la Independencia; en la segunda República volvieron a arder y en 1965 un incendio fortuito devastó lo poco que quedaba.

En la primera parte de este libro se describe geográfica y geológicamente el paraje de Alcuéscar. En ella me he basado fundamentalmente en los trabajos del sabio y geólogo alcuesqueño D. Eduardo Hernández Pacheco. En la segunda parte se narran los hechos más sobresalientes de la historia del pueblo, desde sus orígenes hasta la Guerra Civil de 1936. Esta sección está basada, entre otras, en la magnífica obra Historia de Montánchez escrita por el canónigo montanchego D. Tirso Lozano Rubio Por último una tercera parte recoge una serie de temas de interés general, artísticos, costumbristas, etc. además de los acontecimientos más recientes. Esta última parte se basa principalmente en la memoria de las personas de edad que hemos vivido esos acontecimientos.

Considero mi trabajo como preludio de otros más importantes y completos que habrán de venir después, de plumas más ilustres. Aunque he puesto todo mi empeño, no soy más que un aficionado, recopilador de datos dispersos, con un poco de tiempo libre. He procurado el máximo rigor; no obstante espero que el lector encuentre el texto ameno y descubra en él aspectos poco conocidos de nuestro pueblo.

Nuestra historia, nuestro pasado, es nuestra principal razón de ser. Es necesario conocerlo, amarlo y protegerlo para que las próximas generaciones conozcan sus orígenes y con ello puedan proyectar mejor su futuro. A ellas va dirigida especialmente esta modesta obra.

Son muchas las personas del pueblo y de fuera de él que me han ayudado facilitándome datos, textos y documentos de gran interés. A todos agradezco su valiosa colaboración y especialmente a D. Antonio Nieto Parra, alcalde de Alcuéscar; D. Jesús Meneses Jiménez; D. Antonio Vélez, ex-alcalde de Mérida; D. Jesús Donaires, Juez de Paz de Alcuéscar, Rdo. P. Félix de la Casa de Misericordia, D. Héctor Hernández Pacheco, Dª. Damiana Campos Gabriel, D. Valentín Félix Puerto, Dª Paula Mañanas Encinas, Dª María Conde Tello , D.Antonio Puerto, Dª Paula Encinas Nieto y D. Juan Rey Polo.

Alcuéscar, marzo de 1999
Ángel Hidalgo Valle