Alcuéscar ha tenido en el último cuarto de siglo el mayor progreso y desarrollo de toda su historia. Aquellas casas que mencionaba don Leocadio de la primera mitad del siglo XX pequeñas y miserables están en su mayor parte abandonadas; otras reformadas y muchas de ellas cuentan ahora con todas las comodidades y servicios. Alcuéscar no tuvo comunicación vial con la Ruta de la Plata, o sea con la carretera Cáceres-Mérida, hasta 1895, año en que se construyó la carretera que saliendo del cruce de la Herrería va a Montánchez pasando por Alcuéscar. Hasta ese momento había que transportar todos nuestros productos por caminos y callejas. Paulatinamente el crecimiento del pueblo se ha ido desplazando en dirección a las Herrerías, entrada del progreso que fue y sigue siendo la Ruta de la Plata, eje central de España Norte-Sur coincidente, no por casualidad, con la actual carretera de Cáceres a Mérida. Se encuentra a tres kilómetros de la villa y desde los primeros tiempos de nuestra historia hubo allí un complejo de posadas y paradores donde se abastecían y descansaban los caminantes y arrieros con sus carros y caballerías que eran los medios de transporte en aquellos tiempos. También debió haber herrería para las cabalgaduras, de ahí el nombre del cruce. Donde hace unos años no había más que huertos y callejas sucias encontramos hoy lujosas casas y chalets, algunos con piscina, jardín y garaje, de elegante construcción y con todas las comodidades. El precio del terreno en el momento es que se escribe estas líneas - en 1998 - es en esta zona de 25 a 30 mil pesetas el metro cuadrado e incluso mayor. La luz eléctrica llegó a Alcuéscar alrededor de 1918. Hubo un intento de traerla de Valdelrey pero fracasó y por fin la trajeron de Albalá. Alumbraba poco más que un candil. Pocos años después pusieron un motor en la fábrica del pueblo y mejoró un poco el alumbrado público y particular, aunque había muchos apagones y la tensión caía con frecuencia. Se pagaba por el número de bombillas que se tenía, para ahorrar generalmente se ponía una en la planta baja y otra en la planta superior con un conmutador que cuando alumbraba una apagaba la otra. Así estuvimos hasta que en 1945 llegó la línea de alta tensión de la compañía Pitar, mejorando mucho el servicio. La red general de teléfonos llegó a nuestra comarca durante la dictadura del general Primo de Rivera, alrededor de 1925. Se instaló en Alcuéscar un teléfono en el Ayuntamiento y también una centralita manual en la calle Felipe Vidarte núm. 8 , lo que permitió una pequeña red local. En 1975 se sustituyó la centralita manual por una central automática y el número de instalaciones aumentó espectacularmente. El primer teatro de Alcuéscar lo hizo don Luís Garcías en 1928 Fue inaugurado por la compañía Las Peñitas a cargo del célebre animador Palanco. Estaba situado en la Calle del Medio, frente a la casa de las Castillas, donde anteriormente había una posada, lo que dio lugar a que se popularizase el siguiente estribillo:
es una bella ciudad, que han hecho un teatro nuevo, de una vieja posá.
La generalización del alcantarillado y la instalación de desagües en todas las casas fue también muy importante. En el centro del pueblo se había empezado durante la Segunda República pero después de la guerra del 36 no se reanudó las obras del alcantarillado hasta los años 60. En las casas nuevas o reformadas, o sea, para quien tuviera medios económicos suficientes, estos dos servicios, agua corriente y desagües, permitieron instalar toda clase de comodidades en cocinas y baños. En las casas viejas y para los que tenían menos recursos se instaló un sólo grifo - normalmente detrás de la puerta principal - y un sólo desagüe, un agujero de unos 15 cm. de diámetro, debajo del grifo. El agujero se tapaba con un disco de corcho y permitía deshacerse de los residuos líquidos y semisólidos con relativa comodidad e higiene. Eso acabó con el antihigiénico ¡Agua va! , grito con el que se anunciaba el inminente lanzamiento a la calle por alguna puerta o ventana de las aguas sucias.
![]() El Ayuntamiento se reconstruyó en el año de 1974. Creemos que fue la primera reparación y lamentamos que los sillares de los portales desaparecieran pues nos parece que esas piedras guardaban más de un recuerdo, representaban la historia de nuestro pueblo. En 1997, por su inadecuada distribución, volvieron a tirar todos los tabiques del interior para planificar mejor el espacio existente y se puso un ascensor y rampa de acceso para facilitar la entrada de minusvalidos.
También con el Ambulatorio Comarcal de la Seguridad Social y más tarde con el Instituto de Segunda Enseñanza hubo pugna con Montánchez. Los montanchegos reclamaban estos servicios tan atractivos por ser cabeza de partido pero finalmente se adjudicó ambos proyectos a Alcuéscar. El ambulatorio comarcal entró en servicio en 1981 y ha sido un gran avance para el pueblo. Es un servicio que debemos cuidar y mejorar en lo posible para el bien de nuestro pueblo y de la comarca. El Instituto de Enseñanzas Medias es otra de las cosas que debe ser un orgullo para los alcuesqueños. El buen funcionamiento de ambas instituciones demuestra que las autoridades no estaban equivocadas cuando eligieron Alcuéscar para construirlas y será un precedente que animará a nuevas concesiones. El instituto es un elegante y magnifico edificio cultural que comenzó sus clases en el curso de 1997. Será justo reconocer el esfuerzo del alcalde don J. Antonio Nieto Parras que trabajó con entrega y eficacia para conseguir que se instalase aquí. Con el nuevo acceso que se le ha dado desde la carretera hasta la explanada del Instituto la zona se ha convertido en urbanizable recalificando los terrenos y dando nueva vida al pueblo.
Desde 1988 cuenta Alcuéscar con una Casa de Cultura - de peculiar diseño - que ha contribuido mucho al fomento de la educación y el bienestar. Fue construida en terrenos que ocupó un pequeño y precioso parque donde estaba la escultura del Doctor Huertas y la Cruz de los Caídos en homenaje a todos los muertos en la guerra civil de 1936. Este parque fue el primero que tuvo Alcuéscar. Hoy tenemos no muy lejos un nuevo parque municipal que cuenta incluso con un modesto escenario al aire libre y un monumento al Dr. Huertas. Alcuéscar siempre fue pobre de agua potable y en los últimos años la sequía y el aumento del gasto habían acentuado la necesidad de dar solución a este creciente problema. Así en 1977 varios pueblos de la comarca decidieron solicitar y promover la construcción de un pantano con capacidad para 1,2 Hm3. En 1992 se le agregó un recrecido a la presa que aumentó su capacidad hasta 2,8 Hm3. También se ha hecho varios sondeos de aguas subterráneas que han dado muy buen resultado, pues en la sequía de los últimos años hemos tenido agua suficiente, incluso sin tocar la del pantano. El matadero del camino de Montánchez fue construido en 1991 No funciona tan bien como quisiéramos. Está a menos de la mitad de su capacidad de rendimiento, pero esperamos que en poco tiempo aumente su producción. Como se ha dicho al hablar de la Jira, el Ayuntamiento compró en 1994 un trozo de la dehesa de la Raña para uso público. Ese trozo es ahora la dehesa del pueblo, que no sé como llamar porque la dehesa de Alcuéscar ya existe. Gracias a ello el pueblo dispone ahora de un espacio público amplio y adecuado para algunos acontecimientos como la Jira o el día de Pascua que anteriormente no había sitio donde realizarlos.
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