Y bien, se acercan esas fechas horrorosas y consumistas a las que todos llamamos Navidades. El espíritu navideño. Que si hermandad, que si amor, que si recogida de alimentos para los más desfavorecidos, que si familia, que si comilonas, que si carnavales adelantados, fiestas paganas, luces, belenes, árboles con bolitas, nieve artificial, mucha nieve (¡como si en Belén nevara cada día!), Papás Noeles (que ni Cristo sabe de dónde salieron), y en algún caso muy aislado algo de verdadera religiosidad.
Se cumplen 2014 años del nacimiento de Cristo en Belén. Que ni son 2014 años, ni tampoco nació por estas fechas. Todo esto fue una adaptación que hizo la Iglesia para hacerlo coincidir con unas fiestas paganas.
Pero me olvidaba de algo importantísimo: los villancicos. De manera machacante nos alegran las compras de estos días con su conocido estribillo:
Pero mira como beben los peces en el río
pero mira como beben por ver a Dios nacido.
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río por ver a Dios nacer.
Y yo miro y miro a los peces que abren la boca y beben en el río una y otra vez sin ahogarse. Y sé que lo hacen porque han visto al Dios nacido, pues tienen una vista de lince...
Y después de expuesto lo expuesto, no me queda otra que seguir la tradición y desearos a todos unas Felices Fiestas.
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Saludos desde Tarragona - España / Salutacions des de Catalunya - Espanya
Los halagos ensalzan nuestro ego, pero una crítica constructiva nos hace más sabios. JGM.