Navegando sin rumbo por ahí he encontrado un artículo que quizá pueda interesar a alguien. Lo que se dice para Literatura Juvenil creo que sirve para cualquier Literatura de entretenimiento:
El ámbito de las series televisivas es interesante porque toda la gente que trabaja allí está concentrada en un solo objetivo: gustar. Para aquellos como yo, que ven cierta belleza en los esfuerzos que mucha gente lleva a cabo todos los días para atraer a tantas personas como sea posible, el arte de gustar es un estupendo objeto de estudio. ¿Qué es lo que hace a una historia interesante?
Nadie tiene la respuesta, por descontado, pero en cierta ocasión me encontré con un artículo de Tiffany Vogt, prestigiosa crítica de series televisivas, en el que se resumía el posible éxito de una serie basándose en tres factores: héroe, corazón y gancho. Este punto de vista me fascinó hasta el punto de intentar trasladarlo al (muy diferente) ámbito de la LJ. Veamos, pues, cuál es el significado de estas tres palabras:
Héroe: “alguien a quien animar, con quien identificarnos o, por lo menos, a quien poder entender”. Este es el aspecto más obvio. Personajes, ya sean protagonistas (preferiblemente) o secundarios, junto a los cuales nos gustaría estar. Puede ser uno, como Harry Potter, o pueden ser varios, como el Club de los Cinco. Me atrevo a afirmar que es más importante que el héroe sea carismático (ni siquiera bondadoso, sólo “carismático”) a que sea alguien con el que el lector se pueda identificar (esto equivaldría a que el único héroe válido sería, en este caso, un estudiante normal de secundaria). Claro que si ambos factores están presentes, también ayuda, también. Lo importante es que haya alguien que nos importe, porque si el/la/los/las protagonista/s no nos importa/n, tampoco nos importará por qué lucha/n, lo cual nos lleva a…
Corazón: “la razón por la que lucha el héroe, el centro del conflicto o el elemento que está en juego”. Debe quedar muy claro por qué el héroe hace lo que hace. ¿Lucha para proteger a alguien, como Harry Potter o como su madre antes que él?, ¿o quizá para obtener riquezas, como Artemis Fowl? Puede que sólo luche para salvar la vida, como Katniss en Los Juegos del Hambre (quien también luchaba para proteger a su hermana pequeña, no lo olvidemos). La clave aquí es que el lector sienta que hay algo en juego, que entienda que el fracaso del héroe implica la pérdida de algo importante para él, ya sea una vida, un amor o una oportunidad de redención. Si la casilla “héroe” está bien marcada, la pérdida de ese algo también nos afectará a nosotros, y como resultado nos iremos metiendo más y más en la historia. Tenemos a alguien que nos importa, pero ¿por qué lucha? Esto debe quedar bien claro. Parece sencillo pero no lo es. No se trata sólo de que entendamos por qué lucha el héroe, sino de que entendamos también que tal lucha afecta al héroe y le hará transformarse en otra persona al final de la historia.
Gancho: “un grupo, mundo o familia adoptiva donde el lector se pueda proyectar a sí mismo y del/de la que quiera formar parte”. Este es el que Vogt denomina el “ingrediente misterioso”, el elemento más intangible, y es también en mi opinión la clave que separa a las historias normales de los bombazos. No se trata de un planteamiento interesante, aunque bien puede estar incluido en él. Si el Héroe es el “quién” y el Corazón es el “qué”, el Gancho es el “porqué”. “Por qué los lectores se deberían meter en la historia”. ¡Porque queremos formar parte de ella! Hay una razón por la que el portal Pottermore ha tenido éxito: todos queremos formar parte de una de las cuatro casas de Hogwarts. Queremos formar parte de la familia Cullen o del Club de los Cinco. Queremos imaginarnos a nosotros mismos como representantes de uno de los doce distritos en los Juegos del Hambre. Los Siete Secretos. La Comunidad del Anillo. Los Vardenos de la saga El Legado. Queremos, en definitiva, pertenecer a un grupo; eso es lo que nos define como seres humanos. Este es el elemento que da lugar a los fandoms y al fanfiction. Se trata de proporcionar una “familia adoptiva”. La ficción requiere compromiso por parte del lector, y nada es capaz de hacer que una persona se comprometa con algo como el hecho de darle un grupo al que pertenecer.
Os propongo una cosa: la próxima vez que leáis un libro (o veáis una película, leáis un cómic o asistáis a una obra de teatro) tratad de encontrar estos tres factores. Si una historia no os gusta, averiguad si la razón es que falta algún ingrediente. Será un buen ejercicio: os animo a comentarlo aquí para que podamos llegar juntos a más y mejores conclusiones.
Ahora bien, estos tres elementos no equivalen a “arte”. Todos sabemos que la literatura es mucho más que “ingredientes en una olla”, pero no seré yo el que pontifique sobre eso aquí, bastante atrevimiento me he permitido ya. Esto no es más que un punto de vista. Valoradlo, criticadlo, contrastadlo y llegad a vuestras propias conclusiones; nada me haría más feliz.
Publicado por Eltiramilla en es.paperblog.com_________________
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