La puntuación en el lenguaje oral:
Todavía muchas personas tienen dificultades con el uso de las comas y demás signos de puntuación, a pesar del abundante material sobre el tema, tanto escrito como multimedia en Internet. En mi opinión, estas dificultades arrancan de un enfoque inadecuado del asunto: se presenta la puntuación como un elemento de ortografía, cuando en realidad es un elemento más de la composición del lenguaje a cualquier nivel, y cuando digo a cualquier nivel me refiero a todas las variantes del lenguaje: pensado, hablado, escrito, leído...
Llamamos coma a la vírgula que utilizamos por escrito, pero las comas existen en todos los niveles del lenguaje. Pensamos con comas, hablamos con comas, etc. Porque en realidad las comas son separadores lógicos.
El aprendizaje de la lengua materna, la primera que aprendemos en la infancia y muchas veces la única, se realiza primero de un modo práctico e intuitivo. Un niño de cuatro años habla y entiende lo bastante para relacionarse normalmente, para su edad. ¡Ya me gustaría saber alemán como un niño alemán de cuatro años! A posteriori se le explican las bases de la gramática, a la vez que se amplían y racionalizan esos conocimientos. Aunque muchas personas de edad, sobre todo en tiempos pasados, nunca llegaban a estudiar y ni siquiera leer y escribir, y sin embargo hablaban bastante bien, tan bien como hablaban los que los rodearon en su niñez. No hablaba igual un campesino analfabeto de Cáceres que de Valladolid. El lenguaje se aprende por ósmosis. Las reglas de gramática y a la ortografía, no.
Nadie puede escribir mejor que lo que habla (salvo que sea mudo o padezca algún tipo de dislalia), pero cualquiera que sepa escribir debería poder escribir como habla y si al hablar no encuentra problema en situar los separadores lógicos, ¿por qué los encuentra al escribir, para poner las comas, los puntos, etc.? Cuando escribimos nos dictamos a nosotros mismos. En realidad escribir es un ejercicio de autodictado. ¿Por qué no sabemos reconocer las comas en ese autodictado?
Recuerdo cuando en la escuela realizábamos ejercicios de dictado. Se trataba de pasar el código oral en el que nos dictaba el profesor a código escrito. La finalidad era perfeccionar la ortografía: las tildes, las bes y uves, las letras en mayúscula, las haches... Ya había quedado atrás la fase en la que el sonido "aaa" había que relacionarlo con el signo "a", eso fue cuando aprendimos a leer. El problema de los dictados, al menos los que yo realicé en mis tiempos, es que nos dictaban también los signos de puntuación: coma, punto y seguido, etc. Nos lo daban hecho, por eso no aprendimos entonces reconocerlos en el lenguaje hablado, muchas veces tampoco los leíamos bien, y ahora bastantes personas no los reconocen cuando se "autodictan", o sea, cuando pasan por escrito sus pensamientos.
Finalmente, creo que todo este asunto de la puntuación queda reducido a saber cómo se expresa la puntuación en el lenguaje oral, reconocerlo y ser capaz de transcribirlo en el lenguaje escrito. Conseguido esto, lo demás ya no será aprender a escribir; sería en todo caso aprender a hablar, o a pensar.
La coma es una pausa con la entonación en suspenso, dentro de la misma frase. El punto y coma es una pausa breve con caída de la entonación, pero continuando la frase. El punto y seguido es una pausa un poco mayor, con caída de la entonación, y cambio de frase. El punto y aparte es una pausa larga, con salto en la narración.
¿Qué es eso de la entonación? Es como la música. El lenguaje oral tiene música, no es ningún secreto.
Vamos a leer un ejemplo de cada uno de estos signos:
María vuelve a su casa cansada y sudorosa, no piensa más que en tomar una ducha.
María vuelve a su casa cansada y sudorosa; no piensa más que en tomar una ducha.
María vuelve a su casa cansada y sudorosa. No piensa más que en tomar una ducha.
María vuelve a su casa cansada y sudorosa.
No piensa más que en tomar una ducha.
Recomiendo escuchar la versión leída:
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Saludos desde Barcelona - España.