Fernando, no quise contestar a tu segunda intervención en este foro, por tus mismas palabras: “Ya se sabe que religión y política son temas tabú entre amigos” Y yo os considero mis amigos. Hoy entró también Milagros al foro y opinó. La verdad es que siempre me he preguntado qué tan espesa es mi forma de expresarme que casi siempre se malinterpreta. No importa mucho, solo sé que me servirá para mejorar mi forma de expresar lo que pienso. Solo quisiera hacer algunas puntualizaciones sobre esto que hablamos. Solo aclarar de antemano que ni hablo ex-cátedra, ni puedo hacerlo; no soy ningún enviado de ese Dios que parece pudiera existir, ni experto en teología, aunque sí estudioso del tema. Bien. No estoy de acuerdo contigo en lo que dices, y lo siento, pues te considero un hombre muy versado en bastantes cosas. Para acercarnos a la idea de Dios, lo primero no es definirlo, es imaginarlo. Solo podremos llegar a definir a Dios si de antemano hemos sido capaces de establecer su posible existencia, solo con una pregunta y dos únicas respuestas. ¿Existe Dios? Respuesta primera: Si. Respuesta segunda: No. Tan simple como eso. Si tomamos la determinación de escoger la segunda como respuesta verdadera, ya hemos definido a Dios, en toda su inconmensurable naturaleza. Dios no existe, se terminó nuestro dilema. Pero podemos tomar también la primera respuesta como la cierta: Dios existe. Ahora sí. Ahora tendremos que definirlo. La Iglesia y sus grandes teólogos lo hicieron. Dios, para los creyentes en Él, según los cánones de la Iglesia Católica, es ese Ser supremo, principio y fin… Todos conocemos la parafernalia que sigue, y uso estas palabras sin tono peyorativo, pero sí con sentimiento de incredulidad. Pero, después haces una aseveración que me ha dejado algo fuera de combate: “la creación del reino animal, y con él la depredación, introdujo en el mundo "el mal", subjetivamente hablando. Pero no el mal como opción de la que se pueda escapar eligiendo el bien, sino el mal como modus operandi, como pauta sin escapatoria "y no puede ser de otra manera"” Aquí mi desacuerdo es absoluto, Fernando. No es el Mal, lo contrario del Bien, el modus operandi de la naturaleza a la que pertenecemos, ni tan siquiera el mal como modus operandi. Eso que nombras es una parte necesaria de la evolución natural del Universo al que pertenecemos. Morir no es recibir el mal, es un paso obligatorio en nuestra evolución. El dolor no es un mal, es la forma que tienen todas las partes de nuestro cuerpo de notificarnos que algo no funciona correctamente. Los animales, hasta lo que ahora conocemos, no tienen capacidad de hacer el mal. Solo el ser humano es consciente de ese mal y solo él tiene la capacidad de hacerlo. ¿Qué es el Mal, entonces? La voluntad expresa de dañar al prójimo, tanto física, como emocional, como moralmente. Y este Mal, no proviene de un Dios que lo haya permitido, en absoluto, proviene de una libertad que se nos ha concedido y hemos abusado de ella (de acuerdo con la respuesta primera). Pero, insisto, tampoco entiendo por hacer el mal el hecho de que un ser humano mate para robar, ya que en su intención primordial, el objeto que le hace actuar es el hambre o la necesidad de enriquecerse, no el matar a otro. Repito, el Mal es la necesidad que tienen algunos seres humanos de producir en otros seres daño físico, psíquico o moral, incluso llevando este daño hasta la muerte. Por otra parte (verás que no estoy dejando títere con cabeza de tu escrito. Perdóname), si aceptamos la existencia de Dios como la respuesta correcta, cuando oigo frases como la que has escrito: “Ergo los criterios del Creador son diferentes de los que pensamos” me pregunto: ¿Qué sentido tendrá, para aquellos que han definido a Dios como Ser supremo, infinito, Creador de todo (y lo creado es una obra que cualquiera no la hubiese hecho), repito, qué sentido tendrá que nos haya dado una inteligencia tan limitadita que nunca podremos entender ni la obra del Creador, ni la idea que tuvo al crearla? Pues, ¿para qué puñetas nos creó? ¿Para entretenerse en su largo ser en el no espacio y no tiempo? Me temo que si ese Creador es el que parece ser que es, ni las cosas son tan complejas como nos hacen pensar, ni tan sencillas como parecen ser, pero lo que sí tengo absolutamente asumido como premisa para intentar demostrar la existencia de ese Creador, es que nos hizo de tal forma que por el camino que sea, posiblemente aún no descubierto, podremos llegar, no solamente a demostrar su existencia, sino llegar a entenderle a Él y, por tanto, a definirle. Y en eso estoy desde hace mucho tiempo, aún a sabiendas que jamás llegaré a demostrar nada, pero no importa que yo no lo logre, alguien vendrá detrás y llegará a hacerlo, si es que realmente la respuesta correcta era la primera.
_________________ Leo para aprender a escribir; escribo para aprender a leer.
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