Letras entre amigos

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 Asunto: EMPATÍA ANIMAL
NotaPublicado: 10 Mar 2013 21:13 
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La maestra, la maestra que hacía años había llegado al pueblo del interior de aquella hermosa región, que había exhalado el perfume amargo del aceite de oliva recién prensado, enrrollado en el aire, que se le había llenado la mirada con el verde gris de las hojas de tantos y tantos olivos… La maestra se había embriagado con aquellas sensaciones, pero también había percibido otras muchas más. Había sufrido al ver la miseria en que vivían muchos de sus alumnos, que iban a las clases de la mañana sin desayunar, que había percibido el dolor de una gran decepción al darse cuenta de que allí, en aquel pueblo del interior, nada era como ella había imaginado en su meseta. Ella había creído que iba a la Costa del sol cuando eligió destino La Costa del sol: clima tibio, buena vida, diversión, alegría…No, aquel pueblo no era nada de aquello. En aquel pueblo hacía frío en invierno, mucho frío, y mucho calor en el verano. La gente en edad de trabajar se iba a los campos a principios del año, con toda la familia, a recoger la aceituna y, más tarde, a Francia a recoger la uva. Los niños perdían sus días de escuela, ¿cómo iba a progresar una zona de España, pensaba la maestra, si la mayoría de los habitantes del pueblo donde ella intentaba introducir la cultura, el saber, era analfabeta? La maestra confiaba en el saber para subir peldaños en la vida hacia un lugar mejor, pero la realidad era tenaz…No, ese pueblo, ella no lo había imaginado así. En su tierra los agricultores, en gran número, eran dueños de la tierra que cultivaban. La maestra había comprobado que la vida de éstos era dura para arrancar a la tierra su riqueza, pero era también mejor. Muchos de sus compañeros de carrera procedían del campo y sus padres les podían pagar los estudios y la estancia en la capital en un Colegio Mayor.

Ella había querido educar a aquellos niños en muchos aspectos de la vida. Los niños habían correspondido a su preocupación por ellos con su cariño, lo más preciado para la maestra.

Llevaba ya dos cursos en aquel pueblo. Había tratado, entre otras muchas cosas, de que las costumbres, algo brutales a veces, en el trato hacia los animales por parte de niños y adultos, cambiasen. En las clases de Ciencias Naturales, siempre contaba alguna historia de algún hecho llamativo de algún perro u otro animal para ayudar al hombre…

Llegaron las fechas de la Navidad. La maestra pensó que lo mejor para sus alumnos, que muchos nunca habían salido del pueblo, sería llevarles de excursión a Granada, que tenía un Parque de las Ciencias, que ella ya había visitado y le había gustado mucho.
El problema del dinero para el autocar y las entradas al Parque lo resolvería haciendo una colecta entre los niños y lo que faltase lo pondría ella, ya que ese mes cobraría paga extra. La maestra se sentía contenta. Sus niños iban a ver multitud de objetos y experimentos jamás imaginados por ellos. Seguro que iban a quedar fascinados.

Llegó el día de la ansiada excursión. El autobús estaba aparcado frente a la puerta del aula.
La maestra arengaba a los niños:
_ ¡Niños! Ya os he comentado que vamos a ver un montón de cosas que nunca habéis visto, por eso tenéis que atender muy bien a todo lo que nos expliquen allí. Cuando volvamos a clase, después de las vacaciones, comentaremos lo que más nos ha gustado o sorprendido. ¡Portaos bien, sin gritos, haciendo caso al guía! ¿De acuerdo?
_ ¡Sí, sí!_ gritaron los niños todos a una.
Fueron subiendo uno por uno, muy ordenados, la maestra subió la última indicándole al conductor que podía arrancar.
Después de unas dos horas de viaje en las que los niños se lo pasaron a lo grande: comiendo chucherías, bebiendo refrescos que la maestra había llevado, y cantando las canciones navideñas que la “seño” les había enseñado, llegaron ante las puertas del Parque de las Ciencias. Allí les esperaba una señorita que les llevaría por las salas de exposición permanente como: Viaje al cuerpo humano: la salud y la vida. Cultura de la Prevención. La Biosfera. Sala de la Percepción. Eureka. Al_ Andalus y la Ciencia. Explora.
Había también otras salas con exposiciones, pero de permanencia limitada.
La voz de la guía se hacía oír con claridad en cada sala. Los niños atendieron con mucho interés, éste, se agrandó vivamente en la sala del cuerpo humano, en el apartado de la genética, detrás de unas puertas en gran parte de cristal, a través de los que algunos niños miraban fijamente; la guía les indicó a los niños que se estaban haciendo experimentos con monos rehsus para comprobar el grado de empatía que estos animales podían sentir. Un alumno levantó la mano y preguntó:
_ ¡Señorita! ¿Podría explicarnos qué es eso de la empatía?
_ ¡Claro, ahora mismo! La empatía, niños, es la capacidad que tienen algunos mamíferos, sobre todo, nosotros los seres humanos, en sentir el dolor y el sufrimiento de los otros. Veréis. Seguro que alguno de vosotros se ha puesto triste cuando su amigo se ha caído y se ha hecho daño en las rodillas, ¿a que sí?, eso significa que habéis sentido empatía con él. Los seres que sienten empatía no quieren hacer daño a nadie, de ahí, que estos seres suelen ser buenos.
Los niños escuchaban, con los ojos muy abiertos y asombrados, lo que la señorita guía les explicaba.
La sala que expone sobre el cuerpo humano, que gira en torno a la vida y la salud, les mantuvo extraordinariamente atentos. La biomedicina, los trasplantes, los nuevos medicamentos, la revolución de la genética, la relación entre los seres vivos…
Allí, sobre unas grandes mesas, se veían varias jaulas. Dentro de ellas, los niños percibieron animales semejantes a los monos. Preguntaron a la guía:
_ ¡Señorita! ¿Qué hacen esos monos ahí dentro?
_ Bueno, hace unos momentos os he hablado algo de esto, cuando un compañero vuestro me ha preguntado. Ese es un experimento muy interesante y que requiere mucho tiempo. Uno de esos monos, el que está a la derecha de la jaula vista desde aquí, cuando quiere comer, tiene que pisar una zona que produce en el otro mono una descarga eléctrica, lo que le causa sufrimiento. Se quiere observar la reacción de ambos animales, ante esta situación de estrés.
Un murmullo de desaprobación se escuchó entre el grupo.
_” ¡Uf, vaya mierda” “Para que uno coma el otro tiene que sufrir, no es justo…”_ una voz infantil destacó entre las demás.
_ ¡Niños! para que la ciencia avance es necesario este tipo de experimentos. Sí, ya sabemos que algunos son dolorosos y que a las personas sensibles les desagradan, pero es el precio que pagamos para avanzar en nuestros conocimientos…
El grupo infantil, acostumbrado a tratar con gatos, perros, burros y otras caballerías, allá en su pueblo, no quedó convencido con las palabras de la guía. La maestra consideró que ya habían observado bastante a los monos y les indicó seguir hacia otras salas. Los alumnos siguieron viendo y participando, como el pedalear en una bicicleta para comprobar su potencia. Manejaron el Giroscopio en la Sala Eureka, observaron el péndulo de Foucault, comprobaron el Principio de Arquímedes…
Se hizo la hora de partir. Los chiquillos iban callados. Sus ojos estaban ahítos de nuevas imágenes; su mente necesitaba tiempo para procesar tanta novedad. El nerviosismo del comienzo del viaje se había trocado en una serena tranquilidad, un poco ausente, como si la mente de los pequeños estuviera aún en aquellas salas…
La maestra al mirar las caras de sus queridos niños experimentó una sensación de alegría. No tenía la menor duda de que la excursión había sido un éxito.
La Navidad quedó atrás y el maravilloso día de los Reyes Magos. Las aulas se abrieron de nuevo, y cientos de niños con sus mochilas, algunas recién estrenadas, a la espalda, hacían cola ante las puertas del centro.
Cuando la maestra, después de los saludos y buenos deseos a sus compañeros y alumnos, se hubo sentado en su sillón, comenzó su clase:
_ ¡Niños! Deseo que lo primero que hagamos esta mañana, sea un trabajo sobre lo que vimos en el Parque de las Ciencias. Cada uno puede elegir el tema que más le interesó, de entre los experimentos y aparatos que vimos. Luego se leerá en alto, una parte, los que nos dé tiempo en esta mañana. ¿De acuerdo?
_ ¡Sí señorita! _ afirmaron todos a una.
La mañana transcurrió volando. La clase se interrumpió a las doce para tomar un bocadillo e ir al servicio. Hacía mucho frío en la calle y los niños no quisieron salir a jugar al patio del colegio.
Pasada la media hora de descanso, los alumnos prosiguieron con su trabajo. Sus caritas estaban enrojecidas por la concentración, mientras sus manitas estaban frías, como pudo comprobar la maestra cuando tocó más de una.
Cuando faltaba una hora para terminar la jornada escolar, la maestra dijo a los niños:
_ ¡Ya debéis de terminar el trabajo! ¡Vamos a comenzar a leer algunos! ¿Quién quiere ser el primero en salir?
Varias manos se alzaron. La maestra señaló a uno de los niños y éste se levantó, se colocó al lado de la mesa de su maestra, delante de sus compañeros, y empezó a leer.
_Antes de las vacaciones fuimos con nuestra señorita a ver un sitio donde hay muchas cosas que se han inventado desde hace muchos años, pero también vimos animales… lo que a mí más me impresionó fue el experimento de dos monos…creo que se llamaban Rehsus, o algo así. Querían saber cuál era su empatía, yo no sabía qué era eso, empatía, pero ya lo he aprendido, y me gusta mucho saber que yo la tengo también, porque a mí no me gusta que mi padre pegue a mi perro cuando entra a la casa, o cuando mi madre le pega un escobazo al gato porque se sube al sofá, ni me gusta que mi hermano mayor le pegue con la fusta a la vieja burra que tenemos porque le cuesta mucho subir cargada la pendiente de la calle de “en medio”. Creo que mi familia no tiene empatía. Tendría que ir al Museo de las Ciencias…aunque…mi padre no creo que quiera ir…

Mientras el niño leía su trabajo, la maestra fue mirando por encima de los hombros de sus alumnos, los trabajos de cada uno, y su sorpresa no fue menor cuando vio que todos trataban sobre lo mismo: la empatía. Así pues, una vez terminado el primer alumno, decidió corregir ella sola los ejercicios, ya que el contenido de todos los trabajos era básicamente el mismo.


El Curso siguió con el ritmo acostumbrado. Las primeras flores de la primavera esparcían sus aromas por aquellos campos apretados de olivares; el frío había cedido, y una leve tibieza se adueñaba del ambiente.
Antes que junio, con sus calores, llegara, la maestra decidió hacer el segundo y último viaje del curso al Parque de las Ciencias de Granada.
_ ¡Niños, como premio a lo bien que os habéis portado y lo mucho que habéis aprendido, he decidido que vayamos este mes de mayo, de nuevo, al Parque de las Ciencias, a ver cómo siguen nuestros amigos, los monos!
_ ¡Bieeeen! ¡” Viva la “seño”!_ aclamaron palmoteando los críos.
_Llevaréis un cuaderno y un lápiz para anotar los cambios observados que la señorita guía nos vaya explicando. Al regreso, haremos una puesta en común, y cada uno leerá sus anotaciones, y tendremos una idea de los resultados del experimento.
El día del viaje llegó. La alegría de los niños era inmensa. Todos llevaban su mochila, con unos bocadillos, una botella de agua, una gorrita para el sol, una libreta y un lápiz o bolígrafo. El autocar partió entre los cantos y las risas de los escolares que miraban los campos plenos de vida, sin percibir su belleza. Los niños estaban ansiosos por ver de nuevo a sus amigos los monos, como ellos los llamaban.
El autocar se estacionó en la zona destinada a los vehículos grandes. La expectación en los niños era intensa. En fila, entraron en el edificio, en silencio, deseando que la señorita guía les llevara ante la puerta de cristales…, la señorita, sonriente, les esperaba:
_ ¡Buenos días, niños! Vamos a comenzar el recorrido.
Fueron pasando por las salas de: Explora, el Desván del Museo, dedicado a los niños; pabellón Tecno-Foro, que contiene los avances tecnológicos, la innovación y el arte. El pabellón Al_ Andalus y la Ciencia, sobre el legado científico y tecnológico de Al- Andalus. Al cabo de un buen rato, los niños comenzaron a dar muestras de cansancio. La guía se detuvo ante ellos:
_ ¡Bueno!, ¿qué os ha parecido?
Uno de los niños levantó con timidez la mano y preguntó:
_ ¡Señorita! ¿Nos va a llevar a la Sala de Viaje al Cuerpo Humano?
_¡Oh!...pues es que…veréis, por ahora no hay nada que enseñar allí…
_ ¿Que no hay nada que enseñar? Pues, ¿y los monos que tenían que demostrar hasta qué punto tenían empatía?
_ ¡Ah, eso!...Bueno, no quería hablaros de esto, pero…
_ ¿Pero qué?_ le apremiaron los niños y la maestra en coro.
La señorita guía parecía ver no conveniente hablar más de esta cuestión. Pero la maestra intervino:
_¡Señorita, escuche, por favor; los niños han vuelto al Parque de las Ciencias, sobre todo, por saber cómo avanzaba el experimento de los monos , sobre su empatía…ese tema les interesó sobremanera. Todos han hecho trabajos sobre ellos. Hoy quieren verlos de nuevo, si no es mucho problema…
_ Yo… pues sí, sí que hay problema, señorita. Desde hace unos meses, los cuidadores de los animales vieron que la comida que diariamente les llevaban, estaba intacta. Decidieron no perderlos de vista a ver qué sucedía. Vieron que el mono más grande, cuando tenía hambre se acercaba al lugar donde estaba la comida, pero que súbitamente se detenía antes de pisar la zona que producía la descarga eléctrica en su compañero de jaula. Esto ocurrió durante doce días…al cabo de los cuales vieron como el mono mayor caía sobre sí. Los observadores entraron y examinaron al animal. ¡Estaba muerto! ¡Había muerto de hambre! Los obser…
Un murmullo, salpicado de sollozos, proveniente del grupo, dejó sin oír la última frase de la guía.
_ ¡Pero, ¿por qué, señorita, por qué?_ preguntó un niño que tenía su cara surcada por las lágrimas.
La guía, carraspeó llevándose la mano a la boca.
_ Creo, según han dicho los que hacían el experimento, que el mono que producía al otro el sufrimiento por las descargas eléctricas, fue consciente de ese dolor de su compañero de jaula y quiso evitarlo. Dejó de ir a buscar su comida…hasta que murió…pare…

La maestra miró a sus alumnos, vio el horror en sus semblantes y dando media vuelta, seguida por el grupo, se dirigió rápidamente a la salida ahogando con el tronar de las pisadas las palabras de la señorita guía…


Última edición por MARIAN el 17 Mar 2013 14:08, editado 2 veces en total

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 Asunto: Re: EMPATÍA ANIMAL
NotaPublicado: 10 Mar 2013 23:29 
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Registrado: 01 May 2011 01:51
Mensajes: 1382
Ubicación: neza de mis amores
pues...


primero un saludo de bienvenida, aquí a este lugar de letras y amigos...

ahora, una reflexión, es cierto, eso?


quiero decir, por que somos así, y hasta cuando dejaremos de serlo, nuestra empatìa, es tan absurda, que millones de muertes no han bastado, para tener compasión por el otro.


en fin, una hermosa anécdota en medio de tanta pesadumbre.


mario a.

_________________
escribo y punto.



http://salypimientayyo.blogspot.mx/


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 Asunto: Re: EMPATÍA ANIMAL
NotaPublicado: 10 Mar 2013 23:53 
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Registrado: 28 May 2011 22:51
Mensajes: 1244

De todo corazón:

¡¡¡¡ BIENVENIDA MARIAN !!!


y

:-D :-D :? :? :thumbup.gif: :thumbup.gif: :clapping.gif: :clapping.gif: :clapping.gif: :clapping.gif:




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 Asunto: Re: EMPATÍA ANIMAL
NotaPublicado: 11 Mar 2013 00:32 
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Registrado: 23 Jul 2011 11:52
Mensajes: 3044
Ubicación: Tarragona -España
Hola, Marian. Ante todo sé bienvenida. No sé si eres nueva o llevas tiempo por aquí, pero lo que sí tengo claro es que nunca había leído algo tuyo.

Tu relato me ha gustado mucho. Es más, parece como un relato autobiográfico. Me explico: al leerlo me ha parecido que tú eras la maestra en realidad. Personaje y escritor/ra en una misma persona. El tema de la empatía está muy bien, probablemente sea real.

Hace pocos días vi algún vídeo o reportaje por aquí, o por la tele. Mi memoria a corto plazo es fatal y a largo plazo un desastre. Cosas de la edad. Pero en el caso que comento, el experimento era con humanos. Ni qué decir tiene que los humanos no llegamos a la entereza de principios que tienen algunos animales, al menos en lo que se refiere a la empatía.

Tu prosa es muy buena, clara, fluye de manera normal. Pero tienes una costumbre muy arraigada que a mí no me ha gustado mucho. Se trata de los incisos entrecomillados. Opino que abusas de ellos y que en muchos casos los usas de manera innecesaria.

Veamos un simple ejemplo al azar de los muchos que contiene el texto: Un murmullo, salpicado de sollozos, proveniente del grupo, dejó sin oír la última frase de la guía.

Una posibilidad podría ser esta: Un murmullo, salpicado de sollozos que provenían del grupo, dejó sin oír la última frase de la guía.

Otra posibilidad podría ser esta: Un murmullo salpicado de sollozos que provenían del grupo dejó sin oír la última frase de la guía.

Sería más ortodoxo que usaras los guiones medios en lugar de los bajos al inicio de los parlamentos, y en general.


Un saludo.

_________________
Saludos desde Tarragona - España / Salutacions des de Catalunya - Espanya
Los halagos ensalzan nuestro ego, pero una crítica constructiva nos hace más sabios. JGM.


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 Asunto: Re: EMPATÍA ANIMAL
NotaPublicado: 11 Mar 2013 09:59 
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Registrado: 10 Mar 2013 13:51
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Buenos días Mario: sí, si es real esto. Iba a titular este relato: vivencias, recuerdos de una maestra, pero luego he optado por el núcleo de lo que me llamó poderosamente la atención. Los niños se habían impresionado fuertemente con la empatía animal. El relato tiene mucho de lo vivido por mí en Andalucía, tierra del sur de España de la que mucha gente del norte tiene una idea totalmente equivocada. Yo creo que el cambio en el ser humano, Mario, está en la educación, entendida como la formación integral de los individuos; aunque no creo que la guerra termine nunca en el mundo, por otra parte.


Un abrazo (ya sabes que hacen falta cuatro, al menos, para sobrevivir)
María Ángeles


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 Asunto: Re: EMPATÍA ANIMAL
NotaPublicado: 11 Mar 2013 10:13 
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Registrado: 10 Mar 2013 13:51
Mensajes: 24
Buenos días Eduardo: me parece estar en mi aula con tantos muñequitos.
Gracias por tu bienvenida. He sido invitada por un amigo de otro foro, Bibliotecas Virtuales, en el que nos juntamos varias personas que empatizamos en la distancia y a través de nuestros relatos y opiniones. Mi nombre real es María Ángeles, pero no sé por qué no he podido registrarme con él. Bueno, yo con el ordenador aún soy bastante calamidad, lo uso básicamente para escrbir, y ahora que me he comprado un portátil, no conozco dónde tengo que teclear para que me salgan los guines de los diálogos...aunque mi paisano ...el de Cinco horas con Mario, no los usa en muchos de sus libros, no recuerdo el nombre ahora...¡ya!: Don MIguel Delibes.
Un cordial saludo:
María Ángeles


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 Asunto: Re: EMPATÍA ANIMAL
NotaPublicado: 11 Mar 2013 10:27 
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Registrado: 10 Mar 2013 13:51
Mensajes: 24
Buenos días Josgar: tienes razón. Yo soy esa maestra. El relato lo iba a titular: vivencias, recuerdos de una maestra, luego he visto el impacto que causan en los niños ciertos sucesos y he optado por lo de la empatía...
Sobre lo que aduces de la memoria, si dices que será por la edad, yo tengo mi experiencia de que se me olvidan las cosas más próximas en el tiempo, pero las vividas hace años las tengo "clavaditas" en mis neuronas aún no destruídas.
Tu comentario sobre las proposiciones entre comas, puedo aceptarlo sin problema alguno, quizá aligere la lectura, lo modificaré en ese aspecto.
Gracias por tus palabras, y te diré que soy nueva aquí, pero yo conozco de otros foros a varios usuarios de éste, a los que tengo verdadera estima.

Un saludo muy cordial:


María Ángeles


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 Asunto: Re: EMPATÍA ANIMAL
NotaPublicado: 11 Mar 2013 19:38 
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Registrado: 30 Abr 2011 23:39
Mensajes: 3607
Ubicación: Barcelona - España
Hola María Ángeles, bienvenida a este lugar de encuentro de amigos que estamos en eso de escribir. Creo que nos conocemos y, si eres quien creo, fuiste la autora del primer texto que comenté en un foro —en BV—, uno sobre una mujer mayor y sus pajarillos... Eso me trae buenos recuerdos. No sé si acierto.

El relato que traes está, narrativamente, muy bien armado. Se sigue la historia en todos sus detalles: la maestra, su origen y modo de ser; los niños, el pueblo, el entorno sociocultural... Después el tema se centra en la empatía, un asunto de lo más importante. Dicen que en los psicópatas el factor determinante es la falta de empatía. Mi teoría es que para mandar —desde Ramsés hasta Bush, pasando por Alejandro Magno— hay que tener algo de psicópata porque si no uno no llega a eso. De modo que la empatía es un tema fundamental.

El final, de entrada me ha parecido poco creíble pero después he pensado que, creíble o no, lo has elegido para darnos ese mensaje: las personas que deberían sentir empatía —nada menos que los psicólogos realizando un experimento sobre ello— no la tienen. Llegar a la muerte por inanición es forzar mucho el experimento, ¿no? Así de ciegos deben de estar. En buen contraste con el sentimiento de los niños.

Hace poco, a consecuencia de un texto del amigo Lautaro, se habló del experimento de Milgram. Tiene mucho que ver con tu cuento. Si no lo conoces te aconsejo que lo mires. Lo encontrarás en un texto titulado Cruce de naúfragos.

Podrías mejorar la puntuación, no sólo por los incisos, sobran algunas comas preceptivamente y otras faltan. La raya larga puedes escribirla aquí con ALT+0151.

Me ha dado la impresión, al principio, de que describías la España de los años 50, como máximo 60, pero después el Museo de las Ciencias nos sitúa en las últimas dos décadas. Yo no sé si será cierto que en algunos pueblos de la Costa del Sol actualmente haya un 50 % de analfabetos o los niños no desayunen... Diría que no.

En resumen, en mi opinión el mejor logro de tu relato es una narración que se sigue muy bien sobre un tema de mucho interés como es la empatía. Muy bien ambientada. La redacción se puede pulir y aligerar, como ya te han dicho. Y en cuanto al argumento, en tu lugar yo lo retocaría ligeramente hacia el final porque el peso del desenlace se desequilibra bruscamente hacia los promotores del experimento, mientras el relato lo pone en la maestra y los niños.

Un placer tenerte con nosotros. Y leerte. Saludos cordiales.

_________________



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 Asunto: Re: EMPATÍA ANIMAL
NotaPublicado: 11 Mar 2013 23:15 
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Registrado: 01 May 2011 01:51
Mensajes: 1382
Ubicación: neza de mis amores
maestre si es!!!


es la maestra Angeles, mi maestra... que recuerdos que historias, apenas recordábamos algo de ese tiempo precioso, donde yo altanero retaba al que ahora es mi maestre, panchitor" decía... mmm que alegría y que fiesta!

por tercera vez, estamos los tres reunidos, que alegría y que fiesta.


y ahora si ya pueden elegir papa, estamos los tres.


que alegría y que fiesta!!

mario a.

_________________
escribo y punto.



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 Asunto: Re: EMPATÍA ANIMAL
NotaPublicado: 11 Mar 2013 23:52 
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Registrado: 10 Mar 2013 13:51
Mensajes: 24
Buenas noches Fernando: sí yo soy esa María Ángeles que escribió "LOS GORRIONES. A tí no te gustó que usara el verbo explicitar, me dijiste que en un relato tan precioso como aquel no era el adecuado. Yo lo eliminé por otro verbo que ya ahora no recuerdo, pero tú seguiste sacando "pegas" y más "pegas" hasta que Pesado escribió:! "Por Diós, señor Panchito, deje en paz a la maestra"!Y ahí empezó una discusión entre los dos. ¿Recuerads? Yo me acuerdo de todo. Fue un tiempo bonito para mí.

Y me extraña que no conozcas la Andalucía del interior, bueno quizá no tengas por qué conocerla porque has desarrollado tu vida en otra región. El que muchos, no todos, los niños van sin tomar alimento a la escuela es cierto y no en los años 50 en los que yo no había ni nacido, sino en los 80 y 2000. Yo más de una mañana, al saber que este o aquel niño no había tomado nada le he sacado del aula, le he llevado a la sala de profesores y le he dado de los alimentos que teniamos los profesores para tomar a la hora del café, durante el recreo. En sus casa no había leche o pan a esas horas de la mañana, e iban como se levantaban. En cuanto a lo de los monos ese experimento se ha realizado, no en el lugar donde yo lo sitúo pero ha sido tal como lo cuento. Quería hablar sobre este tema y he hilado retazos verdaderos de mi experiencia, pero que se han dado en diferentes épocas, con los niños, que educados en valores positivos sienten como los de mi relato. Todo lo que cuento, lamentablemente es cierto.

El tema de las comas, cuando tengas un rato me sugieres cómo quedarían mejor colocadas.

¡Ah! y recuerdo otras cosas, el pueblo del que hablo no está en la costa, está en el interior, al norte de Málaga y cerca de la provincia de Córdoba, y su clima tiene que ver más con el de mi tierra natal, Valladolid, que con el de Málaga tal como la gente supone que hace en toda Andalucía.
Bien, creo que ya estás seguro de quién soy...como me llama Mario, soy la maestra.

Un abrazo afectuoso y sabrás que hacen falta cuatro al día para sobrevivir.

María Ángeles


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Traducción al español por Huan Manwë para phpbb-es.com