Paseando entre la niebla de venus,
húmedas flores de metálico brillo,
encendían en tus ojos los colores,
de mundos imaginarios y perdidos.
Abrazados en esperanzas tardías,
renovando fresca agua tu aljibe,
amor sereno que en tu alma vive,
de tus labios en mi boca moría.
Luna llena de colores embriagada,
en cielo oscuro su luz es testigo,
que en la vida compartes conmigo,
el aire limpio de cumbre nevada.
Miradas de pasión ciegas navegan,
en mar bravo de amor sin timonel,
encontrando en poros de tu piel,
la sal que a mis lágrimas niegan.
En el camino tímidas las farolas,
traen a mis ojos tu leve sonrisa,
y al alma el perfume de la brisa,
que de flor en flor enamorada robas,
Ay mujer que el amor quiere,
en mi cuerpo desnudo entregada,
vida es en tus manos la espada,
que al corazón rendido hiere.