Tienes razón, Sergio, mi desacuerdo con la intención de fondo no debería haber impedido una crítica desde el punto de vista literario. Leí tu comentario allá, pero nada tiene que ver lo personal, tuyo, con lo que cuenta Milagros aquí.
Ya dije que estaría mejor callado en este hilo, pero eso no debe ser así, y hablaré claro: según mi opinión, el valor literario, después haber leído algo más que por encima, es opuesto al aparente.
Se trata de una pareja que ha abandonado a sus hijos en pos de una ambición, creo que en eso estaremos de acuerdo. Con los abuelos, suponías, y yo también lo creo así. Si escapan, y de modo tan... iba a decir precario pero es peor que eso, temerario, será que estaban muy mal. Pero ellos no ambicionan sobrevivir, comer, un trabajo cualquiera para tirar adelante, sino ser mecánico de la Renault, sillitas monas, un cochecito blanco y el plus pal salón... Puro consumismo. Seguro que ellos en Mauritania comían todos los días, tenían donde dormir, ropas que ponerse... No son de Eritrea. Está comprobado que los que están muy mal, no emigran. Se mueren en su lugar. Los que emigran son los que no están tan mal.
Esas ambiciones, legítimas, no diré que no, pero caprichosas, se realizan de otro modo. No tirándose al mar en un cascarón, porque no hay hambre que haga saltar ni que meta prisa.
Se trata de una pareja que se lanza a una muerte probable, abandonando a sus hijos, por una ambición consumista que alguien les habrá metido en la cabeza. Mueren por nada. Dejan a sus hijos solos, o con los abuelos que poco durarán y poco podrán hacer por ellos, a cambio de la vana quimera de un consumismo perverso. ¿Están locos? ¿Los han engañado? Te diré que, con un mínimo de recursos asegurado, yo haría el viaje inverso muy a gusto.
La forma de ser de estos náufragos queda aún más demostrada al final, cuando el marido usa como salvavidas el supuesto cadáver de la mujer. Si tuviese los pulmones llenos de agua, como corresponde a un ahogado, ella no flotaría. Si flota es que aún no los tiene llenos de agua y por tanto está viva, quizá inconsciente pero viva, y el hombre la usa como salvavidas, a su mujer... ¡Pero de qué ralea es esta gente! Y por si fuera poco, la frase lapidaria del final "Todo hubiera ido mejor en España".
Por eso, Milagros, si tu intención era denunciar la clase de gente que se mete en estas locas aventuras, aciertas de pleno. Pero en el fondo, y bromas aparte, yo tampoco creo que sea así. No del todo así. Aquí no hay más historia, en mi opinión, que saber por qué gente que vive bien, en la pobreza pero no en la miseria, que tiene hijos a los que quiere y padres a los que cuidar, que quizá cultiva su huertito y come todos los días, y lava las sábanas cada semana, se mete en un cascarón camino de la muerte a cambio de conducir un coche blanco y tener unas sillitas con tapizado de flores en un comedor de diez metros cuadrados con aluminosis. Esa es la novela, o el relato, que interesa.
Saludos
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