Hola Blanca,
Como yo comento a Eduardo en otro lugar, esto no es más que una broma para hacernos sonreír sobre nosotros mismos, por lo que fuimos alguna vez, somos todavía, o seremos pronto si Dios no lo evita. Pero es verdad que la idea y la intención salen de los comentarios de tu blog, como anuncio en el preámbulo del soneto. Si yo fuese Serafín me reiría un rato al leerlo, y sólo me separa de él que no he escrito nunca una novela. Pero sí fábulas y otras tonterías.
La entrada de los guiones --------------, allí en los adictos, nada tiene que ver. Sucedió que quien parodió aquella cosa que yo escribí una vez, por título El naufragio, volvió a las andadas reponiendo su réplica, esta vez con una especie de "dedicatoria". Opiné, no gustó, revisaron, revisé, replicaron, repliqué... y el hilo desapareció. La historia es cíclica, ya lo dicen los sabios. Pero esta vez el hilo desaparece con todos sus comentarios y no pasa nada. Los sabios añaden que lo que sucede la primera vez como una tragedia, se repite en la segunda como un esperpento. Por algo son sabios.
Besos, Blanquita.
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Saludos desde Barcelona - España.