Hola Belén, menos mal que hoy es noche larga, por la verbena, si no el café no me dejaría dormir, ja ja.
Sobre los problemas que tienes para escribir aquí, ¡qué pena!, y qué raro, porque yo no los tengo y creo que a todos les va bien. Me sucedió eso en Prosófagos, en alguna época, y nunca supe por qué. Lo que te aseguro es que no es por la página, por el foro. Es algo de tu PC: configuración, algo que has abierto antes, loco ratón, cualquier cosa. Lo mejor sería que escribas y edites en el wordpad y después con copipega lo pongas aquí. Claro que algunos detalles hay que ponerlos aquí por fuerza...
A ver si se te arregla pronto, porque ha de ser muy molesto. Trata de reiniciar el PC y entrar directamente en esta página sin hacer nada más, a ver qué pasa. O cambia el ratón, o comprueba el puerto donde esté enchufado.
En cuanto al tema sobre el que opinas, es una antigua discusión en la que Aureliano defendía de modo muy visceral tu mismo punto de vista. Estoy también bastante de acuerdo con vosotros, aunque con matices. En concreto con el comentario que citas, completamente de acuerdo contigo. Pero eso es inevitable, a cada uno le da por lo que le da, y si no se le ocurre otra cosa te puede decir que el tipo de letra no le gusta, o que un paraguayo quizá no comprenda lo que es un controlador. A eso no hay que dar mucha importancia. Pero, en general, Literatura no es sólo redacción, ni sintaxis, ni gramática... Literatura es sobre todo
historia, con minúscula. Y es lícito opinar sobre el interés que puede suscitar una historia, o sobre la dificultad que puede encontrar un lector para comprenderla.
Hay que tomar los comentarios como lo que son: comentarios; que a veces no son ni opiniones. Algunos sirven más que otros. Y nunca, nunca, deben desanimar. Porque si son buenos, pues perfecto. Y si señalan errores, fallos, defectos, mejoras posibles, pues aprendemos; al comprenderlos, cuando alguien nos ayuda a ver algo que no habíamos visto antes, en cierto modo nos muestra un camino que quizá la próxima vez podamos recorrer solitos. Y eso también es perfecto. Y si son tonterías, pues ni caso. Pero nunca ni desanimarse ni rebotarse. Y si causan un pelín de irritación es que algo no estamos enfocándolo bien.
En los foros, por muy literarios que sean, hay pocas personas que escriban bien. Y menos aún que hagan comentarios útiles. Y no sólo porque sepan hacerlo o no, también porque para escribir, el que le gusta siempre tiene motivación, pero para dedicar un ratito a comentar sobre lo que escriben otros no todos encuentran interés. Daniel, por ejemplo, está sobradamente preparado, pero no suele hacerlo.
La verdadera utilidad de un foro de Literatura es mejorar la forma de escribir. Visto así, todo lo bueno que tenga un texto ya está ahí, ya no hace falta hablar de ello.
In extremis, es más o menos la postura que defiende Aureliano: a los textos siempre hay que atacarlos. Sólo atacando los textos se puede mejorar. Pero aquí no sólo vienen escritores que quieran mejorar (me refiero a los foros en general), también acuden personas a las que les gusta escribir y que pueden buscar, lícitamente, un refuerzo positivo en el reconocimiento de su trabajo. Y además ese trabajo puede ser bastante bueno, como por ejemplo lo es este texto tuyo.
Ya puedes imaginar la cantidad de conflictos que ha habido a lo largo de los años y a lo largo de los distintos foros por este asunto. Entre el "Me encantó" a cualquier memez y el "Es una mierda" a un texto bastante bueno, hay un notable trecho. Lo que hacía Esther era muy loable. Se tomaba un trabajón impresionante en comentar hasta el límite lo que muchas veces no eran más que redacciones escolares. Y lo hacía con tacto, valorando, a veces en exceso, y señalando faltas y arrugas, en lo que con el tiempo adquirió bastante pericia. Ella es insustituible, no se volverá a dar su combinación de querer, poder, entrega y tacto. De modo que hay que conformarse con lo que hay: unos quieren y no pueden, otros pueden y no quieren, a otros les falta tacto y algunos no están dispuestos a perder demasiado tiempo. Para "corregir" una página se tarda diez minutos, pero para comentarla y dar las razones de cada cambio sugerido, de cada cosa cambiada, de cada arruga, como hacía Esther, se tarda una hora. Depende de los errores que haya, claro, pero en general hay bastantes.
Bueno, me he enrollado, con el café ya se sabe... El tema es interesante, a mí personalmente me interesa mucho. Para mí la mejor fórmula es sinceridad + cordialidad. Cuando la gente se conoce, aunque sea virtualmente, y siente amistad, ese camino se encuentra de forma fácil. Y eso es lo que intentamos aquí con los textos que se cuelgan. Poca gente, pocos textos, amistad, es el entorno ideal para tratar de hacerlo bien.
Yo también brindo, con cava, por vosotras.
Abrazos