Hola, Pepa. Una bonita y cruda reflexión a las puertas de la muerte. Un relato profundo que, de momento, nadie ha comentado. Lo encuentro extraño, pues el relato lo merece. En fin, no será por su extensión como en otros casos, en los cuales me incluyo.
En realidad, la temática es simple: mujer a las puertas del otro mundo, reflexiona sobre aquello que ha podido conducirla tan rápidamente a su situación. Reconoce a un marido mujeriego, pero ¿qué más da?, que me quiten lo bailao. El motivo de su existencia ha sido él y el tabaco también. Ahora, viendo el final, acepta todo como algo que llegó, que sucedió y que está ahí. Repudiar, de nada sirve ahora.
Copio el texto, pues es corto, y te comento unas cosas que yo retocaría. Si un día decides borrar el texto, solo tienes que decírmelo y borraré esta copia.
El notario os ha convocado a la lectura de mi testamento porque tengo ganas de charlar un rato con vosotros. Sé que tú, mi querido esposo, has pasado los últimos días meditabundo; (punto y coma) más preocupado por esta reunión que te di a conocer, que por lo que estabas viviendo, mi agonía:(dos puntos) un momento duro para cualquier persona que tuviera algo en el cuerpo que no fueran sólo las vísceras y glándulas que conforman el tuyo.(Yo revisaría esta frase. Su comprensión y el tiempo verbal no quedan muy bien). Pero te adelanto que aquella reunión que tuve en el hospital delante de testigos (coma suprimida) no fue para cambiar el contenido del testamento, que como sabes, tengo decidido a tu favor desde hace algunos años. No, mi deseo era pedir esta reunión para que las personas que están ahora reunidas y expectantes, no piensen que he sido infeliz a tu lado ni que mi sentido del humor es capaz de ahogarse en la profundidad de un simple edema pulmonar.
Siempre disteis por sentado que sería mi marido quien me matara y no el tabaco. Pero ya veis, hasta en eso os he decepcionado. Bien es cierto,(coma) que tuve contacto con los dos al mismo tiempo. Nunca conté que fue él quien me ofreció el primer cigarrillo que fumé en la vida. Tal vez debí de entender como una premonición el daño que me hizo aquel primer tabaco. Pero no. Algo que no fue la nicotina, esa me atraparía más tarde, hizo que tras el malestar del mareo sólo(suprimir la tilde) recordara sus manos rozándome el rostro al darme lumbre. ¿De qué sustancia estarían impregnadas, me pregunto, que lograron emponzoñarme de aquella forma? Años más tarde, el médico me prevenía sobre el peligro de mi adicción, pero yo me reía de sus alquitranes, de sus monóxidos de carbono, de sus fenoles, porque... (puntos suspensivos) ¿cómo podría curarme, pensaba yo, de mi verdadera enfermedad que era el ansia de sus caricias? ¿Cómo curarme de aquella prisa por perdonarlo a poco de que me mirara con una pizca de deseo? Por eso es importante que el notario de fe de estas palabras que salen con tanto esfuerzo. Porque quiero que todos os desengañéis y os metáis en el culo(por el culo) la compasión que durante toda la vida habéis sentido por mi(mí). Porque quiero que sepáis que ha sido por amor por lo que he compartido mi cama con las desconocidas que mi marido traía a casa de madrugada, esos grupos en los que él me convertía en protagonista. ¡Qué aprendizaje feroz el de esas noches llenas de competencia!, ¡qué besos tan valiosos los que me daba olvidado(olvidándose) de las putas que le tentaban con sus mañas aprendidas! Quiero que todos sepáis que he disfrutado, más que llorado, sus ausencias porque que, a su regreso, él volvía a mítilde, hastiado de todo, sítilde, pero con esa gana de algo que solo lograba saciar conmigo(sobran comas). Quiero que sepáis que he disfrutado de ese hombre que no me llora, pero que tal vez me llora a su manera, como de esos cigarrillos que uno a uno han ido anegando mis pulmones tanto de muerte como de placer y de los que gustosamente seguiría disfrutando si tuviera fuerzas para ello. Quiero que sepáis que le quise y que me muero amándolo y que esa es la única razón por la que he vivido a su lado, consumiendo la vida intensamente, sin mandarlo a la mierda.
De entrada, estos son los retoques que haría yo. Por si te sirve de ayuda. Por cierto, revisa el título, pues nadie te ha dicho nada del "dedazo".
Un saludo afectuoso.
_________________ Saludos desde Tarragona - España / Salutacions des de Catalunya - Espanya Los halagos ensalzan nuestro ego, pero una crítica constructiva nos hace más sabios. JGM.
Última edición por Jósgar el 14 Ago 2011 15:12, editado 1 vez en total
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