No tantos errores, Nyra, y ningún horror. Veo en tu blog que eres una lectora impenitente, eso te ha de facilitar mucho el trabajo de escribir.
Ya se comentó aquí alguna vez que la labor de creación de un texto tiene al menos dos fases: la redacción y el repaso. Cuando se escribe creo que hay que hacerlo como dices, tal como sale de la cabeza, o del corazón, o de las entrañas... de donde sea, sin reparar en demasiados detalles, lo que haría perder espontaneidad. Después viene el repaso, la revisión, y entonces sí que hay que leer con atención y fijarse en los detalles. Si tienes un poco de paciencia y no te dejas agobiar por tantas cosas a las que hay que prestar cuidado verás que en poco tiempo te acostumbras a descubrir y retocar esas arruguillas que siempre se escapan. Escribir sin repasar, no creo que pueda hacerlo nadie. Aunque a medida que se domina la técnica el repaso es más leve. Pero siempre necesario.
Mi opinión, si realmente estás interesada en mejorar tu modo de escribir, es que trabajes los textos que empieces hasta dejarlos perfectos. No dejarlos a medias y pasar a otros, porque así no se progresa mucho.
Te olvidaste de responder al saludo de Mario (Pesado67). (sorry, error mío) Es un coyote mexicano muy aullador, pero poco mordedor, ja ja. No sé qué sería de este pseudoforo sin sus aullidos...
Blanca, el asunto está en si son trescientas escaleras o trescientos escalones. Me parece que tienes el mismo lapsus que tuvo Nyra, o quizá sea que en Venezuela se llamen así. Con trescientas escaleras una detrás de otra se podría subir a la Luna, ja ja. Bueno, no tanto, pero un buen trecho se haría
Abrazos para todos
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Saludos desde Barcelona - España.