Hola Nyra, me gustan los relatos con esta estructura circular, que abren y cierran en el mismo punto: ella, manejando su auto, o conduciendo su coche, como diríamos en España.
La historia está bien contada, los hechos se van sucediendo con lógica, bien descritos, el lector puede imaginar y comprender lo que se cuenta; todo es creíble y podría suceder de ese modo. Para mí este aspecto es fundamental.
En general, hay bastantes barbarismos (track, flashback, top, converse...) No están mal, hacen el lenguaje actual y correspondiente con el entorno. Pero deberían ir en cursiva. Estos detalles son meros convenios sin mucha importancia, hay quien no les da ninguna, pero creo que son una muestra de calidad. Lo mismo que no poner punto después de ! y de ? No se pone.
Como el texto es bastante largo, he repasado uno de los párrafos para usarlo como ejemplo de lo que quiero decir.
La puntuación: los incisos, normalmente entre comas. Entre frases independientes, un punto y seguido. Si están muy relacionadas pero cortan el curso de la oración, un punto y coma.
Los números, siempre en letras, nunca en cifras (salvo fechas, o cantidades muy grandes).
Evitar malentendidos o paradojas (parece que la luz salga del Dj, parece que bucea la boca con la mano, no queda claro por qué llega a mirar la parte vip, etc), y también repeticiones o choques de palabras (amigable amiguita, por ejemplo, o por tres veces usar precario/precariamente en este párrafo).
Mírate bien si quieres este párrafo, compáralo con el original para que veas a qué me refiero, y haz las correcciones que creas necesarias tanto en este trozo como en el resto del relato.
Llegamos a "La Petite Mort" en veinte minutos y, tras sobornar al guardia, conseguimos entrar al cavernoso lugar. La oscuridad se veía rasgada por las luces fosforescentes proyectadas desde la cabina del Dj que, con manos expertas, manipulaba un track de los Black Eyed Peas. El lugar estaba abarrotado de chicos y chicas a medio vestir que, al ritmo de la musica, dejaban pocas dudas sobre sus intenciones posteriores. Con precaria visibilidad, logramos descubrir a Mery, al fondo de la sala. Llevaba un peinado extravagante, un top negro con brillo plateado, una minifalda púrpura y sus converse violetas de calaveras negras; se hacía difícil distinguir el maquillaje sobre su ceniciento rostro. Con prisa llegamos hasta ella y entre ambas logramos levantarla del mugroso sofá en el que estaba echada. Pasé uno de sus brazos sobre mi hombro y tratamos de abrirnos paso entre la multitud que giraba y gritaba en la pista. Alguien, en uno de sus giros, chocó contra mí, haciendome tropezar; lo aparté de mi camino y, al volver la cabeza, pude ver fugazmente la sección VIP a través del cristal. Y fue en ese momento cuando recibí el más duro de los golpes; porque, a pocos pasos, entre los brazos de una rubia enfundada en un diminuto topless blanco que proclamaba a grandes gritos una perfecta cirugía, se encontraba mi "diligente, ocupado, nunca disponible, totalmente honesto y adorado esposo Carlos". Con el corazón despedazándose en mi pecho, grité, solté a mi sobrina y caminé hacia ellos. Él lucía una camisa blanca, sin corbata, y tenía una de sus manos apoyada en el perfecto trasero de la infeliz; con la otra sujetaba su nuca mientras le buceaba la boca. Al llegar adonde estaban los empujé con todas mis fuerzas. Carlos se volteó con violencia pero, al verme, su rostro perdió color y solo pudo acertar a decir "¿Qué haces aqui? ¿Cómo...?". Por respuesta le lancé un bofetón. Entonces vi la cara de la furcia con quien estaba y ahí perdí el control completamente: su amable amiguita no era otra que mi hermanastra, ¡mi puta hermanastra! ¿Cómo era posible que hicieran eso conmigo?
Para mí, lo mejor es la idea de la carretera, como negro camino por delante. El último párrafo, en combinación con el primero, es muy bonito y da buen juego a una historia (esposa-sorprende-a-esposo-donde-no-debe-estar) que en sí misma no es muy original. Pero está bien llevada y es, cuando menos, un bello ejercicio.
Para dejar este relato bien, impecable, necesitas dedicarle bastante tiempo más. Yo diría que unas cuantas horas, cosa que a veces es imposible, pues hay muchas otras cosas que hacer. Pero en esto de escribir, más vale poco y bueno que mucho y no tan bueno. Porque si no terminas de corregir completamente lo que escribes, pues nunca llegarás a hacerlo del todo bien. Hay relatos cuya fuerza está en la historia, por original, por desgarrada, etc. Otras veces, como en éste, la historia de fondo es ya conocida, y la fuerza del relato recae entonces en la belleza con que se presente. Por ejemplo, en el final, que es precioso.
Un placer leerte. Saludos
_________________
Saludos desde Barcelona - España.